El Éclipse, obra maestra de relojería y poesía, es una de las creaciones más emblemáticas de la marca. Los artesanos de La Chaux-de-Fonds han reunido las fases lunares, la complicación que reproduce en la esfera los ciclos del astro de la noche, con el Calendario perpetuo. Como una suntuosa coreografía, esta fusión permite que las dos complicaciones luzcan aún más elegantes, proyectando un nuevo impulso.
Las dos agujas Lancines, que animan la esfera de esmalte Grand Feu de color negro o marfil, responden a las ondulaciones de las dos agujas Serpentines, en cuyos extremos destaca una media luna. La fecha se lee en los dos lados de la esfera: a la derecha se lee la fecha del día, a la izquierda se lee el día de la semana. El contador de meses, dotado de una aguja, se encuentra a las 12 y el año bisiesto es indicado en una discreta ventanilla. Una luna de oro aparece delicadamente detrás de una raqueta de ónice negro o marfil a las 6. Reproduciendo el espectáculo nocturno de un firmamento iluminado por ocho estrellas, el número fetiche del relojero, el astro lunar cubre o descubre su rostro hasta el eclipse total.
El Perpetual Calendar Éclipse de Jaquet Droz sorprende por la modernidad de su diseño y por el estilo contemporáneo de su calendario. El resplandor luminoso del oro rojo de las agujas, la Luna y las estrellas contrasta en perfecto equilibro con la esfera, confiriendo una solemnidad astral a este reloj excepcional, realzado por una pulsera de piel negra.
Estas versiones exclusivas limitadas a 28 piezas cada una reafirman la dinámica vanguardista de este modelo esqueleto y se imponen en la Alta Relojería contemporánea.
La Casa ha obtenido la certificación del Consejo de Joyería Responsable (RJC), que garantiza una cadena de suministro respetuosa a nivel mundial.
Estas nuevas composiciones se rigen por el signo del animal del nuevo calendario zodiacal chino: el buey.