La Escuela-Taller Rudra Béjart Lausanne fue creada en 1992 por Maurice Béjart como una entidad de pleno derecho de la Fondation Béjart Ballet Lausanne.
Michel Gascard, audicionado por Maurice Béjart en 1973 y con una carrera de bailarín excepcional durante 20 años a nivel internacional, dirige en la actualidad esta escuela según la voluntad de Maurice Béjart.
Tras un concurso extremadamente selectivo, sólo unos veinte alumnos, entre doscientos candidatos, son seleccionados para seguir una educación pluridisciplinaria conforme a los criterios de la Escuela-Taller Rudra Béjart. Los estudiantes provienen del mundo entero y sólo tienen un objetivo en mente: convertirse en bailarines profesionales.
Durante dos años, reciben una formación organizada en diferentes talleres: danzas clásicas y modernas, educación musical y teatral, artes marciales, artes circenses, improvisaciones y composiciones coreográficas. Esta formación se completa con espectáculos originales producidos en Suiza y en el mundo entero.
Una parte del año, los estudiantes frecuentan a los bailarines profesionales del Béjart Ballet Lausanne, se inspiran de ellos y tienen la suerte de participar algunas veces en espectáculos de la Compañía. Cuando eso ocurre, todos sus sueños se hacen realidad: interpretar las coreografías de Maurice Béjart con sus ídolos.
Estos cuarenta jóvenes de 16 a 20 años han elegido la vida más difícil, la del artesano: 6 días por semana de 9.00 a 19.00 de estudio y cuestionamiento de la excelencia de su trabajo. Pero, como decía con sabiduría Maurice Béjart: «Para ser bailarín, hay que tener el temple de la monja y del boxeador ».
Al finalizar la formación, los estudiantes integran el Béjart Ballet Lausanne y otras compañías prestigiosas a través del mundo. Desde la creación de la escuela-taller en 1992, varios centenares de «Rudristas» bailan, enseñan, hacen coreografías y dirigen compañías en los 5 continentes.
Jaquet Droz siente un gran orgullo de ser el mecenas de una escuela con una enseñanza única, impregnada del espíritu de Maurice Béjart.
Dándole valor a sus Ateliers d’Art, la Casa propone cuatro variantes de su Petite Heure Minute que rinden homenaje al signo de la rata. Este animal abre un nuevo ciclo en el calendario chino.
Jaquet Droz, cuyo compromiso con la promoción artística es legendario, ha decidido apoyar a Muga & Ghost, dos artistas de La Chaux-de-Fonds que durante tres años realzaron con su pintura enormes frescos murales en distintos puntos culturales y simbólicos del mundo.
Era una de las últimas complicaciones que el Grande Seconde aún no se había apropiado. Ya lo ha hecho: el cronógrafo monopulsador ha incursionado en las colecciones Jaquet Droz, dotado de un movimiento exclusivo. Una pieza inaugural en serie limitada que desde ahora se presenta en tres variantes en la colección permanente.