Hace casi tres siglos, Pierre Jaquet-Droz sorprendió a las cortes reales de Europa con tres célebres autómatas que destacaban por su realismo: The Writer, The Draughtsman y The Musician. The Writer era el más sorprendente porque estaba equipado con un mecanismo que permitía programar la frase que escribiría en cursiva. Además de ser un mito indiscutible, considerado incluso como el ancestro del ordenador, The Writer ha sido estudiado por numerosos científicos e inspiró a Martin Scorsese para su película «Hugo Cabret». Los artesanos de Jaquet Droz han sabido hacer perdurar ese savoir-faire único, como lo demostraron en 2009 con The Time Writing Machine, y más recientemente, y en miniatura, con las animaciones naturalistas que embellecen las esferas de dos creaciones de excepción: The Bird Repeater y The Charming Bird.
Este año, Jaquet Droz continúa su evolución y presenta «The Signing Machine», un autómata sorprendente y estrechamente vinculado con su época. Maravilla de la miniaturización, «The Signing Machine» retoma en versión XXS la legendaria técnica de las camas y se presenta en la talla más emblemática del principio del milenio: el smartphone.
«The Signing Machine» está protegido por un código de seguridad de 4 dígitos y se arma con un mecanismo manual que funciona con una palanca situada en el flanco de la caja de color gris y negro. Este tesoro totalmente mecánico y tecnológico a la vez es fabricado a medida para su propietario y luce un diseño contemporáneo y depurado. El brazo articulado y el bolígrafo se liberan presionando con el dedo dos veces. Equipado con un juego de camas, elaborado a mano, que produce movimientos de una complejidad insuperable, «The Signing Machine» reproduce con una escritura cursiva y natural la firma de su propietario. La ventanilla transparente que desvela el mecanismo permite admirar el espectáculo de la belleza mágica y única característica de la mecánica excepcional de Jaquet Droz en una época en la que predomina la tecnología digital.
Un escenario aún caldeado, una batería, algunas guitarras y una armónica: ¡«It’s only rock’n’roll»! Jaquet Droz presenta hoy la primera de las 23 piezas únicas que recuerda, en movimiento, el mundo de los Rolling Stones. A la derecha de un brazo que se cierne sobre la reproducción de un disco de platino (la reserva de marcha), una escena recrea sus instrumentos favoritos, en hilo de oro y pintura en miniatura. El disco externo gira hasta 8 veces seguidas, durante 30 segundos, y estará decorado con los álbumes que el coleccionista seleccionará para su pieza única. La inmutable lengua a las 9 marca el ritmo, de izquierda a derecha, de arriba hacia abajo. ¡«And I like it»!
Tras tres años de trabajo, Jaquet Droz y John Howe han desarrollado una obra maestra dedicada a la emoción, a la maravilla, a la fantasía. Vestido de oro y piedras insólitas, su dragón incluye 9 animaciones distintas, todo un hito de la relojería. En el interior de su caja de 43 mm, la pieza está completamente elaborada a mano y ofrece unas opciones de personalización prácticamente ilimitadas para el cliente. Gracias a un estudio situado en los talleres de Jaquet Droz, podrá disfrutar de una experiencia figital inmersiva que le permitirá asistir al nacimiento de su reloj, en directo. No está previsto realizar ninguna serie, únicamente se elaborarán piezas exclusivas.
Jaquet Droz y la diseñadora Shirley Zhang han presentado su reloj con repetición de minutos conjunto, acompañado de un colgante en formato NFT en la primera subasta hibernal de Shanghai Jia He. Se trata de una primicia tanto para Jaquet Droz como para Shanghai Jia He.