Con esta elegante y colorida creación estival, Jaquet Droz demuestra su dominio del arte del esmalte plique-à-jour, una técnica que requiere una extraordinaria destreza para crear una composición naturalista viva y singular.

Onírico y exclusivo: los tabiques dorados del nuevo Petite Heure Minute Smalta Clara Colibri, fresco y ligero, revelan una maestría técnica que los coleccionistas sabrán apreciar. Con esta creación, Jaquet Droz se reafirma como uno de los pocos artesanos que destacan la técnica ancestral del esmalte plique-à-jour, una técnica que nació hace 1500 años y puede compararse con un vitral en miniatura.

A diferencia de la técnica cloisonné o champlevé, el esmalte se deposita en celdas sin fondo. En primer lugar, se crea una esfera de oro con tabiques de diferentes formas y tamaños. Cada espacio vacío se rellena con esmalte de varios colores y se somete a sucesivas cocciones. Cada cocción aporta al esmalte su color y su densidad, ante el riesgo permanente de que el más mínimo exceso de temperatura lo quiebre. El plique-à-jour que se obtiene, una especie de vitral en miniatura, presenta un esmalte perfectamente transparente, un escenario de múltiples juegos de luces, sombras y reflejos que aportan vida y volumen al motivo representado.

Se trata de un colibrí con un sutil degradado de verdes. Jaquet Droz ha creado siete tonos diferentes para expresar su alegre visión estival del célebre símbolo. Al elegir como marco su Petite Heure Minute con esfera descentrada a las 2, la Casa proporciona al colibrí una amplia superficie en la que mostrar la riqueza de sus tonos y el virtuosismo del plique-à-jour (smalta clara en italiano).

Este reloj exclusivo y refinado, engastado con 100 diamantes en el bisel y los cuernos, y con esfera en nácar, se ofrece en una edición limitada de 8 piezas de 35 mm de diámetro con una pulsera en satén verde elaborada a mano.